05 febrero, 2009
Pedí ser tu ayudante
Pedí ser tu ayudante
en los bosques de alisos
cuando me describiste tu trabajo.
(En las maniobras básicas
te arrodillabas junto al árbol
lo horadabas
buscando el centro).
Lo que he aprendido,
lo que me relatabas
y precedía cada uno de nuestros pasos
probablemente lo olvide mañana.
Yo buscaba la excusa
para también cumplir el gesto:
arrodillarme junto al tronco
recorrer con la mano la corteza
herirla imaginando
su médula vinosa
su terca soledad.
Javier Foguet, La tumba de los viajes, 2006
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