05 septiembre, 2008

El botánico




y aquí el francés Bonpland botánico

buscaba asclepias lirolensis

o chinchonas acaridesas

encontró en cambio las ignotas

caras o rostros del amor

a la india Nunu de los zambos

junto a la boca del Orinoco


junto a la boca del Orinoco

durmió al cuidado del peligro

comía arroz yucas hormigas

plátanos y manjar de mono

mirándose en los cocodrilos

en el silbido de las boas

en el rugido de los tigres

mientras se alzaban los temores

como hogueras nunca apagadas


a la calor de esas hogueras

aquí el francés Bonpland botánico

entró en las dulces partes de Nunu

mientras giraban en la noche

las catedrales medievales

toda la rue du chat qui péche

como planetas instantáneos

apagándose en la mitad


entre los pechos de la Nunu

que hablaban sus idiomas suaves

más poderosos que la selva

más bellos que los tigres en

la luz violeta de su vientre

o que los cocodrilos bocas

del Orinoco padre o río

o que las boas onduladas

como olitas del Sena gris


temió amó a Nunu comió mono

con su levita directorio

tuvo 15 días de miel

y cuando alguno robó a la india

(no por deseo de su carne

o de sus partes destinadas

al amor puro y duro y otro

sino para hacerlas volver

a la desencadenada

selva o sacarlas del amor

para otro mundo como es

o amor es de otro mundo o es

otro mundo directamente)


Bonpland decía al rededor:

"hermano cocodrilo di

dónde está Nunu la dulzona

de varios pechos a saber:

el que te da leche de amor

el que te apaga la maldad

el que te viste contra el miedo

el que se tiembla en la caída

porque no sabe si te alzará"

o al tigre de rayas de rey:

"dónde está Nunu, tigre tigre

ahora salido de mi sangre"

o a la boa: "cómo está Nunu

la de la luna en la rodilla"


la de la luna en la rodilla

se la llevaron y Bonpland

no quiso saber más de estrellas

o de misterios de la mar

o de volcanes encendidos

o de plantas quietas en sí

y aunque se fue del Orinoco

de sus herrumbres suaves verdes

y aunque lo amó la emperatriz

(la Josefina de Napoleón)


y aunque ella eligió sus brazos

para morirse de una vez

aquí volvió el Bonpland a Nunu

y nunca jamás la encontró


pero comía yucas hormigas

arroz manjar de mono plátanos

y bebía aguas del Orinoco

como quien come a una mujer

como quien bebe a una mujer


y esta es la historia de Bonpland

clasificó muchas plantitas

del continente americano

pero él vivía en Nunu. oh Nunu .

la de la luna en la rodilla

la de varios pechos de amor

la de planetas apagados

como la rue du chat qui péche

volando abriendo su mitad

para el francés que la quería

como jardín oh Nunu. oh Nunu

como la noche Nunu Nunu.




Juan Gelman

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