05 agosto, 2007




Nació en La Plata, murió repetidas veces en cualquier lugar, no se arrodilló ante nadie, salvo ante el amor y la tragedia.
Fue un dado ciego en un cubilete de hierro; un perro en soledad, una campana orgullosa y ronca; un hombre que por mirar cada muerte en las estrellas, se olvidó de los chacales, de las cucarachas y, en cierta medida, de Maldoror, donde una tarde de agosto sangró su corazón.



No hagan con mi perfil una medalla;
levanten en mi llaga una arboleda,
y construyan, donde mi hueso queda,
un campo de silencio o de batalla.


17 de marzo de 1966

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